Actualmente existe un porcentaje elevado de la población con maloclusiones y malposiciones dentarias que necesitan tratamiento de ortodoncia. Su efecto permite restablecer la funcionalidad de la boca, a la vez que mejorar la estética dental y facial y, por lo tanto, aumentar la calidad de vida del paciente.
Desde una infancia muy temprana, los niños pueden someterse a este tipo de tratamientos. Hasta hace poco, la mayoría de pacientes de las clínicas de ortodoncia eran niños, pero en los últimos años se ha producido un aumento de estos tratamientos en adultos, que han pasado a ser prácticamente el 50% de los pacientes.
Los tratamientos ortodónticos se pueden llevar a cabo con aparatos removibles o con aparatos fijos. Los aparatos removibles son los que quedan ajustados al perfil del paciente y se pueden extraer en cualquier momento. Los aparatos fijos son aquellos que van adheridos a la superficie dental mediante resinas y quedan tensados entre ellos gracias a un arco metálico. La fuerza aplicada por los arcos mueve los dientes con mucha precisión para que queden en la posición requerida.
Problemáticas asociadas
Cuando el odontólogo ve la necesidad de corregir la posición de los dientes o solucionar los problemas de maloclusión,
recomienda un tratamiento ortodóntico.
A pesar de los avances en los tratamientos de ortodoncia, continúa siendo un reto importante disminuir las frecuentes molestias
que pueden aparecer durante el proceso y que comprometen su éxito, así como la calidad de vida de los pacientes. La complejidad
de la eliminación del biofilm oral (placa bacteriana) en zonas altamente retentivas como las que se forman con los aparatos de ortodoncia puede producir inflamación gingival, caries y halitosis.
Tras la inserción y activación de un aparato de ortodoncia, se manifiesta dolor y/o molestias por la presión producida durante la masticación o al apretar con fuerza los dientes. Además, son muy frecuentes las ulceraciones, debido al roce de los diferentes aparatos ortodóncicos en los tejidos blandos, que dificultan y limitan la alimentación y en algunos casos también el habla.
Limpieza en portadores de ortodoncia
Es importante que los pacientes sean instruidos con pautas adecuadas de higiene oral para minimizar este conjunto de complicaciones durante el tratamiento de ortodoncia. Los portadores de aparatos fijos deben prestar mayor atención a su higiene bucal, ya que son los que pueden presentar los problemas más comunes de la ortodoncia: acumulación de biofilm oral, gingivitis, caries, mal aliento, etc. Debido a estos factores, se debe realizar una completa higiene bucal sin olvidarse de la limpieza interproximal. Es necesario que el paciente use cepillos dentales que tengan el perfil de los filamentos en forma de V que se adaptan a la forma de los aparatos de ortodoncia, junto con una pasta dentífrica y un colutorio con una formulación específica para portadores de ortodoncia. Además, se recomienda utilizar también una cera blanda que se coloca sobre los aparatos fijos para prevenir la aparición de aftas.
En el caso de los aparatos removibles, se aconseja el uso de comprimidos limpiadores efervescentes que eliminan los restos de alimentos y el biofilm oral adheridos al aparato.
Además de mantener una buena higiene bucal, conviene que los portadores de ortodoncia sigan unas pautas para mantener los aparatos en buen estado:
- No comer alimentos duros, tales como nueces almendras, pan tostado y semillas.
- No ingerir alimentos pegajosos y/o azucarados como chicles, turrones, caramelos o similares.
- Tener cuidado con huesos de frutas y hortalizas.
- No cortar alimentos con los dientes. Usar cuchillo y tenedor para cortarlos en trocitos pequeños.