Dejar de fumar. 25 respuestas a preguntas frecuentes

Cesación tabáquica y salud oral

Ayudando a nuestros pacientes con 25 respuestas a preguntas y comentarios frecuentes.

1. “Fumo porque algún vicio hay que tener”.
Pero busca uno más saludable, que no te cueste la vida.

2. “La mayoría de la gente fuma».
Uno debe reflexionar en sus acciones pensando en cuál es su situación personal y no dejándose llevar por lo que hacen los demás

3. “¿Debería preocuparme por las manchas blancas que tengo en la encía?”.
Por supuesto, pues a algunas de estas manchas se las considera lesiones precancerosas y el riesgo de malignizarse aumenta al fumar.

4. “¿Desaparecerán las manchas de los dientes al dejar de fumar?”.
Para poder eliminarlas, debes acudir a tu dentista, porque una vez que se han producido no se quitan sólo con dejar de fumar. Sin embargo, lo que sí que vas a poder conseguir, si dejas de fumar, es que no vuelvan a aparecer.

5. “¿Pierden antes los dientes los fumadores?”.
Sí, porque el tabaco produce más periodontitis y está enfermedad, a largo plazo puede llevar a la pérdida dentaria.

6. “Ya lo intenté una vez y volví a fumar”.
Cuantos más intentos hagas, más posibilidades de éxito para conseguirlo. Quizás en tu caso hay que buscar la manera para conseguirlo a largo plazo. Tu dentista/ higienista dental pueden ayudarte y aconsejarte.

7. “Quien quiere dejar de fumar, deja de fumar” o “Quien no lo deja, es que en el fondo no quiere”.
No es fácil dejar de fumar, ya que, como toda adicción, existen factores que van más allá de la motivación. Con ayuda es más fácil conseguirlo.

8. “¿Seré capaz de dejar de fumar?”.
Por supuesto, sólo tienes que tener ganas y buscar ayuda cuando la necesites.

9. “Este no es un buen momento para dejarlo”.
Es favorable buscar el mejor momento para dejar de fumar, pero también hay que valorar si va a existir ese mejor momento alguna vez.

10. “Lo dejaré cuando note que me hace daño”.
Cuanto antes se abandone el tabaco mayores son las posibilidades de que no ocasione efectos negativos sobre la salud. Cuando notas que el tabaco te está haciendo daño, puede ser un poco tarde.

11. “No me hace daño porque no me trago el humo”.
Aunque el humo no llegue al pulmón, en la boca hay tejidos vivos como las encías y los carrillos que también lo absorben y que pueden sufrir daño.

12. “¿No soy demasiado mayor para dejarlo?”.
Con más razón, dejar de fumar te dará mejor calidad de vida cuando más lo necesitas.

13. “No es tan perjudicial para mí, fumo tabaco light” o “Fumo muy poco”.
El efecto del tabaco en la boca y sobre otros órganos es el mismo sea tabacolight o normal. Existen pacientes en los que por su predisposición genética, el riesgo de que aparezcan problemas debidos al tabaco es independiente a la cantidad de su consumo. Esto quiere decir que una mínima cantidad les puede hacer daño.

14. “El tabaco negro es peor que el rubio”.
No existen estudios que demuestren que uno sea peor que otro. Los dos son igual de malos para la salud sistémica y bucal.

15. “Los cigarrillos son mucho peores que los puros o las pipas” o “Los puros son mucho más naturales”.
Cualquier producto de tabaco tiene efectos negativos sobre la salud, incluso los productos de tabaco sin combustión.

16. “Los cigarrillos electrónicos son menos perjudiciales que el tabaco”.
No se puede aseverar que sean igual de perjudiciales. Es asumible que al no tener todas las sustancias tóxicas del tabaco y al no mediar combustión sean menos dañinos; pero esto no significa que sean inocuos ni que ayuden a dejar de fumar, dado que al contener nicotina en su composición mantienen la adicción.

17. ”Se engorda mucho al dejar de fumar”.
Puede suceder en algunos casos un aumento de peso, debido a la tendencia a picar entre horas para combatir la ansiedad, pero a pesar de ganar unos kilos el beneficio para la salud al dejar de fumar es más importante. Si uno evita estas conductas sustitutorias, no tiene por qué ocurrir.

18. “Se pasa muy mal al dejarlo” o “Es peor el remedio que la enfermedad”.
El síndrome de abstinencia tiene una curva ascendente durante las primeras 2 a 3 semanas. Luego, los síntomas se atenúan. En caso de ser necesario, existen fármacos que facilitan que la abstinencia seas más llevadera.

19. “Necesito el tabaco para relajarme”.
Realmente el tabaco genera más ansiedad, lo que ocurre es que a veces se asocia con momentos o actividades agradables.

20. “¿Y qué voy a hacer si me pongo nervioso?”.
Respirar hondo, pasear, buscar actividades que activen sensaciones que resulten placenteras.

21. “La otra vez que dejé de fumar me deprimí”.
Los cambios de humor son frecuentes al dejar de fumar, pero son pasajeros y generalmente no necesitan de una intervención específica.

22. “¿Debería contar que estoy dejando de fumar?”.
Sí, para que todo tu entorno te apoye y ayude.

23. “¿Volveré a engancharme con un solo cigarrillo?”.
Es muy probable, porque la adicción a la nicotina guarda memoria en el cerebro.

24. “¿Realmente compensa dejar de fumar?”.
Por supuesto, todos son ventajas

25. “¿Cuándo me recuperaré de los efectos del tabaco?».
Los beneficios de dejar de fumar son rápidos y en unos meses o años, el riesgo de padecer ciertas enfermedades se iguala al de las personas que nunca han fumado. Depende de la edad a la que dejes de fumar, de la carga de tabaquismo y de la patología que hayas acumulado durante ese tiempo.

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